domingo, 13 de junio de 2010

Gonzalo Rabanal: LA IMPOSIBILIDAD DEL OLVIDO






Trabajos sobre la Memoria Personal y Colectiva.



Desde una clara voluntad perturbadora y desalienante, el extenso trabajo performativo de Gonzalo Rabanal (Santiago de Chile, 1959) , lleva la impronta y la autoexigencia de ver-analizar situaciones individuales y colectivas, propiciando desde ellas inestabilidad que reclaman cambios.

Sus obras interrogan los signos, conceptos y símbolos aparejados tras diversas tensiones de su entorno, tales como situaciones familiares, sociales y políticas, las que desmantela a partir de provocadores cuestionamientos que se enraízan con sus privadas e íntimas experiencias de vida, a las que alude, y exhibe descarada y reiteradamente en acciones, previamente planificadas, que en ocasiones dejan paso al rapto azaroso de la vida, y en las cuales se involucra psíquica-emotiva y físicamente de manera extrema, hasta el máximo asomo de vulnerabilidad como en El Cría Cuervos (MAC (Museo de Arte contemporáneo), Santiago – Chile, 1999), donde el artista en tanto padre de familia llega a un acuerdo con su hijo varón, mayor de edad, para que este lo castigue públicamente. El artista - padre se dispone en el lugar preparado para la performance con parte de su cuerpo (pies, pantorrillas, rodillas, pubis, parte del torso, manos y antebrazos) envuelto con telas blancas a modo de vendas viejas que cubren antiguas heridas (las heridas del drama de ser padre, del riesgo que ello conlleva, del peso filial-emocional involucrado y del deber social encomendado a partir de patrones culturales entregados que demarcan tal misión, y de la frustración ante el fracaso del cometido, el que jamás se logra alcanzar en integridad , aunque se destinen todos los espacios de tiempo posible para ello), y con un arne negro, el que esta unido a varias cadenas metálicas, las que junto a otras colocadas en los pies del artista ayudarán a levantarlo para colgarlo, acto en el que Rabanal colabora presurosamente, como en un afán auto castigador, permitiéndole a sí a su hijo que se haya vestido formalmente, como destacando la importancia de la ocasión, lograr en el lugar acordado de la venganza la consumación de esta, lo que realiza mediante una toalla mojada, con la que da 27 fuertes azotes sobre el tenso cuerpo del artista-padre.
En esta obra Rabanal en tanto padre se reconoce a sí mismo como figura de poder, que con sus jerarquías, sus inspecciones, los ejercicios socialmente aprendidos que enseña a sus hijos para que estos logren comportamientos adecuados, sus condicionamientos y domesticaciones, es capaz de castrar, y es frente a ello, que opera llevando a cabo, hasta las últimas consecuencias un desgarrador ritual, que busca liberar catárticamente a los protagonistas y a los espectadores de la acción, de las implicancias clásicas de las relaciones padre-hijo, mediante aquel acto de purificación, que permite pensar nuevos y más sanos modos de vinculación filial .
Así sus performances, en tanto invitaciones a plantearse crítica y entrañablemente sobre las relaciones de la sociedad y de sus estructuras internas, se transforman en instrumentos de acción social y arma de combate, donde pone en jaque a los establishment político-sociales que rigen nuestro accionar como ciudadanos, como personas, tal cual, lo presenciamos en su performance Mal Decir la Letra donde problematiza la verticalidad de la educación familiar y escolarizante , como también a los poderes que rigen a las artes visuales en Chile, como a nivel internacional, tal cual se aprecia en Enséñame tu i-coño, donde con el colectivo DEFORMES ejecuta una parodia con la que contaminan la historia oficial del arte chileno, para lo cual toman catálogos que acompañaron muestras realizadas entre los años 1975-1990, como la denominada Lonquén, efectuada por Gonzalo Díaz, y realizan el doblaje de fragmentos seleccionados para marcar un audio como referencia de acción. En todo ello, vemos como Rabanal opera interpelando de manera directa a los sistemas de poder, abatiendo sus estructuras ocultas, con sus gamas de exigencias y apremios, sus juegos de inclusión, exclusión y rechazo, y muestra descarnadamente las derivaciones que estos han anidado en el cuerpo social en su conjunto, derivaciones que nos hablan de decepciones, resentimiento, desolación, traumas, etcétera, que se acunan en las estructuras corporales y de ser de cada persona, por ende, en el propio artista -quien en sus obras nos entrega su cuerpo como alegato de aquello-, y en cada uno de nosotros (as).
En ello, Gonzalo Rabanal exhibe una persistente preocupación por la memoria histórica personal como colectiva, desde una postura carente de melancolía, que evidencia que la praxis artística sólo tiene sentido si se involucra totalmente en un proceso desarticulador de los códigos existentes, en un transcurso contemplativo de las posibilidades de nuevas coyunturas y en un proceso transformador de la sociedad, como lo postula en su obra Padres, Hijos y Madres, la cual acoge nuevamente a su cuerpo desde el descubrimiento de sus debilidades y su insalvable temporalidad, el que en cuanto dispositivo sitúa en uno de los espacios del Centro Cultural Recoleta (18:30 hrs. , 16 de junio de 2007, Encuentro “Corpolíticas en las Américas: Formaciones de Raza, Clase y Género”, organizado por Instituto Hemisférico de Performance y Política, por el Centro Cultural Recoleta y el Teatro Empire, Buenos Aires-Argentina), una alfombra tramada a través de costuras realizadas por el artista, tapiz que posee tres partes, un rectángulo formado con ropas color rojo (prendas usadas, testimonios de vidas que cobijaron muchas pieles con sus añoranzas, sus dramas y tensiones cotidianas, prendas compradas en ferias libres del sector sur de Santiago de Chile, donde se ubican sectores populares), el que se une a un rectángulo configurado con ropas color negro (las prendas son del mismo tipo antes mencionado), formando su unión el símbolo rojo y negro que tantos sueños de transformación social y revolucionaria acuñaron en el seno de Latinoamérica y el mundo. Símbolo manoseado y degradado innumerables veces por diversos sectores políticos a nivel internacional, inclusive por aquellos mismos que lo enarbolaron, y que hoy destila las últimas ráfagas de su sentido inicial, en un mundo donde el mercado ha neutralizado y moldeado los imaginarios revolucionarios a su gusto (examínese la imagen del Che Guevara impresa en miles de prendas de vestir que se venden en distintas partes del planeta), y donde muchos de los propios actores involucrados en la trama mencionada han desistido y renegado de su participación y accionar.
Aquel rectángulo rojo y negro, habla de aquello, y también de la vida del artista, ex militante del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria chileno), quien acuño una serie de esperanza para y junto a padres, hijos y madres, que hoy parecen lejanas. Rabanal, toma este rectángulo, bandera, símbolo vaciado, y se pregunta por su propia responsabilidad histórica, y por nuestra carga como actores sociales, y para ello une en continuidad a este rectángulo rojo-negro, una tela blanca, un nuevo rectángulo, que cubre-oculta tierras de tonos rojizos. Sobre el paño blanco se recuesta el artista boca arriba en conexión con el cielo, con el infinito y con su conciencia, creando una escena que convoca a seis jóvenes, 03 de ellos argentinos y 03 chilenos, los cuales vestidos de negro al igual que el artífice, humedecen diversas indumentarias de gama roja, que poseen las mismas características que las usadas para la realización del paño-bandera rojo y negro, con las que fustigan la pulcra tela blanca que rodea a Gonzalo Rabanal, emergiendo en dicho trance una mancha rojiza como prolongación de esos géneros que pegaron sobre el suelo-paño blanco, por tanto, de la energía de los jóvenes. Macula que parece anunciar los golpes que recibe el performista por parte de aquellos, quienes le dan cinco azotes cada uno, aumentando con ello la tacha ya creada. Cabe agregar, que el cuerpo del performista, junto a la mancha roja que germina, conforman una nueva bandera que replica en su semejanza a la conformada por las prendas de vestir. Así a quien fustigan los jóvenes es a la bandera rojo y negro, prorrumpiendo en dicho acto a la reminiscencia histórica de esta y su vinculación con la circunstancias actuales, inquiriendo en ello a estas últimas; al tiempo que por la “disposición” del artista, este nos abre a su propia memoria personal y a las de muchos como él. Y en ello, persiste en interpelarnos y nos abisma nuevamente requiriéndonos respecto al débito que cada uno de nosotros posee en la configuración de las historias colectivas y particulares.

Rabanal en esta performance nos entrega su cuerpo desgarrado como apertura sacrificial, en un afán de desanestesiar nuestras conciencias-memorias, con el fin de cuestionar y denunciar el olvido de cuestiones fundamentales, como nuestra participación en el incumplimiento de la consolidación de los procesos democráticos en Latinoamérica, la indiferencia respecto a la necesidad permanente de justicia y respuesta por ejemplo, sobre los detenidos desaparecidos, que no le pertenecen tan solo a sus familiares directos, a sus madres, hijos y padres que los lloran, sino que también a cada uno de nosotros, en la medida que son parte de nuestra memoria colectiva, que son parte de los sueños personales y sociales perdidos y quebrantados, y de que son el recordatorio de que siempre existe el peligro del afloramiento de ideología totalitarias y destructivas, instancias las cuales se deben evitar. En esta performance indudablemente el espectador acaba siendo testigo y cómplice de la mortificación por la que atraviesa el artista, no pudiendo rehuir al desafío instalado por la obra.
Cabe agregar, que las obras políticas de Rabanal , se desplazan de lo concebido convencionalmente como lo político, por la disposición de sus prácticas, las cuales, en un proceso de interpelación re-configuran las grafías de visibilidad, dando espacio y lugar, a otras disímiles formas de expresar y percibir, y nos enfrentan e instan a una toma de posición, y a una reacción que involucre una capacidad crítica.

Gonzalo Rabanal

La memoria personal






Momentos recortados de la relidad, momentos perdidos, lejanos, a los que la memoria personal ya no alcanza y de los que la memoria colectiva apenas sabe nada, esto es otro pequeño ejemplo de lo que estamos hablando, fotos de un grupo de mujeres y niñas, ¿un internado o un grupo social de la epoca?, nada, no tenemos nada, sus rostros son fantasmas son de un pasado que no alcansamos a ver.
Pero tiene una belleza interna y una historia irreconocible, pero que pasa con fotos de familias de nuestros abuelos ya fallecidos esas fotos en sepia o en blanco y negro que nunca conocimos, es intersante la recopilacion del recuerdo del pasado y como vamos armando en nuestra mente historias ilusas del pasado familiar de cada uno.
Muchos artistas toman la memoria para realizar diversos trabajos basados en la memoria corporal, huellas dejadas por operacion, atropellos, etc.
Uno de los intersantes trabajos es de Gonzalo Rabanal.

Memoria como proceso de reconstruccion historico-social.

La memoria de un hombre del 73 es distinto al tiempo del 2010 (osea nosotros), una influencia generacional y si somos testigos es distinto ya que determina una vinculacion con el contexto que en ese momento nos rodea.
Ser testigo o no es determinante, antes o durante o despues que yo naciera.


La reconstruccion historica como relato a partir del enlace entre recuerdos que componen una narracion historica como en el libro de Benjamin con el capitulo del RL NARRADOR.

La memoria ahora es plural, las comunicaciones son rapidas e instantaneas, diversos medios para estar comunicados ( diversas fuentes), y todo al mismo tiempo, como son los sitios de informacion que nos ofrece el internet.
Si las fuentes estan a la mano la contruccion es mas facil, la experiencia de vida es muy distinta a una contruccion y fuentes escasas (cambia la estructura del proceso).

La memoria y el olvido. es un lugar psiquico de las personas, provocando un trauma de memoria- olvido (ausente en donde tambien es algo presente).

LA MEMORIA y ASPECTOS GENERALES.

El recuerdo:
Ejes que debemos tener en cuenta:
.La union de este proceso es decir la memoria con el objeto u cosa.
"AQUELLO QUE SE RECUERDA".
.La recuperacion del lugar oroginal de la memoria: el objeto es " arrancado del pasado" y "arrojado a un presente".
.Reconocer o revisitar lo acontecido.
.El tema de lo objetivo y lo subjetivo. ¿ Cuales son las tensiones entre "OBJETIVIDAD" ?.
.La temporalidad de la memoria.
" el fundamento del tiempo es la memoria."

Tenemos diversos tipos de memoria:
MEMORIA COMO PROCESO DE RECONSTRUCCION HISTORICO-SOCIAL.
RECONSTRUCCION HISTORICA.
MEMORIA Y OLVIDO.
MEMORIA Y OLVIDO COMO CONTINUIDAD.
MEMORIA SOCIAL.
MEMORIA PERSONAL.

Marisa Niño: modelos y sus ciatrices.




Marisa Niño desarrolla impactantes proyecto artistico:
Todo comenzo cuando vio la pelicula Crash de 1996 de David Cronenberg descubrio un nuevo mundo de fetiches y erotismo en el que las cicatrices, sin importar cuan horribles fueran, podian convertirse en facinantes atributos fisicos.
Imprecionada por ese film, que describia las vidas de personas cuyos impulsos sexuales estaban intimamente conectados con la violencia y el peligro mortalde los choques automovilisticos, la artista decidio realizar una serie de imagenes protagonizadas por personas que tuvieran cicatrices en sus cuerpos.
Ese proyecto, que ya le ha demandado un año completo de trabajo y constituye la tesis con la que culminara sus estudios de fotografia, alcanzara su forma definitiva cuando imprima los conjuntos de retratos de quince laminas.
Por ahora esta preocupada de conseguir suficientes modelos para completar la cantidad que desea incluir en su trabajo y por ello ha lanzado una invitacion dirigid a todas aquellas peronas que poseen cicatrices de ser inmortalizadas y exibidas.
Dice: "Voy a recibir voluntarioas hasta Junio de este año, porque despues debo concentrarme en el aspecto teorico de esta obra, que esta vinculado con la huella, el cuerpo, la marca, el tiempo y la memoria, asi como preguntas acercade cual es el limite artistico entre lo bello y lo defrome y que es lo que entedemos por belleza."